Editorial
El enfrentamiento entre Notre Dame y Georgia en el Sugar Bowl, que se iba a jugar en Nueva Orleans, fue pospuesto debido al ataque ocurrido en la ciudad durante la madrugada del 1 de enero, misma que será sede del Super Bowl LIX.
Según los reportes, un conductor embistió intencionadamente a una multitud en la icónica Bourbon Street con una camioneta, dejando un saldo de al menos 10 personas fallecidas y 35 heridas. Las autoridades han señalado que el ataque fue premeditado y el FBI lo investiga como un posible acto de terrorismo, aunque aún se desconocen más detalles.
Inicialmente, el comisionado de policía de Nueva Orleans aseguró que el Sugar Bowl se llevaría a cabo como estaba previsto, pero las preocupaciones sobre la seguridad en la ciudad obligaron a modificar los planes. Ahora, el partido ha sido reprogramado para el jueves por la noche.
El duelo entre Notre Dame y Georgia forma parte de una triple cartelera de la Tazoniza de la NCAA. Mientras tanto, las autoridades han solicitado a los residentes y visitantes mantenerse alejados de Bourbon Street. El atacante, quien estaba armado con un rifle de asalto, fue abatido en el lugar.
