
Disney apostó fuerte con su nueva versión live-action de Blancanieves, protagonizada por Rachel Zegler y Gal Gadot, pero el hechizo no surtió efecto en taquilla. A pesar de la fórmula que parecía infalible —un cuento clásico, estrellas reconocidas y el respaldo de la Casa del Ratón— el público no respondió como se esperaba.
El filme, que reimagina el famoso relato de los hermanos Grimm, apenas recaudó cifras por debajo de lo proyectado en su primer fin de semana. Comparada con otros remakes exitosos como El Rey León o La Bella y la Bestia, la cinta quedó lejos de convertirse en el fenómeno que Disney anticipaba.
Críticos señalan que, además de la tibia recepción del público, los cambios en la historia y los personajes no lograron conectar con los fanáticos más puristas ni atraer nuevas audiencias. Aunque Gal Gadot brilló como la Reina Malvada, y Rachel Zegler aportó frescura al icónico personaje, ni el poder de sus nombres ni la nostalgia lograron salvar el proyecto.
¿El veredicto? Parece que esta vez, ni un beso de taquilla la pudo despertar.