Mayte B
La actriz mexicana Aislinn Derbez deslumbró en la escena internacional tras lucir un espectacular vestido artesanal mexicano que captó todas las miradas durante la Semana de la Moda de Milán y posteriormente en España.
La pieza, elaborada completamente a mano, tardó aproximadamente un mes en estar lista y se ha convertido en un símbolo de la fusión entre moda sostenible y alta costura.
El vestido fue diseñado por la firma Iann Dey, creada por los diseñadores Iván Gallegos y David Márquez en León, Guanajuato. Su confección requirió una meticulosa labor artesanal que involucró miles de diminutas piezas de madera, cristales, piedras, lentejuelas, y un innovador detalle: germinado de chía real. Esta última característica permitió que plantas naturales crecieran directamente sobre la prenda, aportando un impresionante efecto visual que celebró la unión entre naturaleza y moda.
El proceso de germinación fue particularmente delicado. Las semillas de chía, previamente activadas en agua, se colocaron sobre algodón húmedo adherido a la tela del vestido. Durante varios días, el equipo de diseño roció la prenda con agua para fomentar el crecimiento de las plantas, cuidando cada detalle para asegurar un acabado espectacular.
Aislinn Derbez presentó esta obra de arte en los CNMI Sustainable Fashion Awards, celebrados en el prestigioso Teatro La Scala de Milán, un evento que reconoce la innovación y el compromiso ambiental en la industria de la moda. Aunque el vestido fue concebido para este evento en Italia, su impacto trascendió fronteras, siendo ampliamente comentado y elogiado en España y otros países europeos.
La elección de Derbez no solo destacó su estilo y elegancia, sino también su firme compromiso con la moda consciente y su apoyo al talento mexicano. Su estilista, Jessica Marmolejo, ha sido fundamental en la curaduría de piezas que reflejan valores de sostenibilidad, apostando por tendencias como el upcycling para minimizar el impacto ambiental.
Con esta aparición, Aislinn Derbez no solo reafirma su posición como ícono de estilo, sino también como embajadora de la artesanía mexicana en el escenario internacional.
