
La conductora de televisión Laura Bozzo fue condenada por un tribunal civil a pagar dos millones de pesos a los actores Gabriel Soto e Irina Baeva, tras perder una demanda por daño moral interpuesta en 2020 por declaraciones que, según los demandantes, afectaron su reputación.
La disputa legal se originó cuando Bozzo, en un programa de televisión, se refirió a la relación de Soto y Baeva como un “mal ejemplo”, y los acusó públicamente de haberse involucrado sentimentalmente cuando Soto aún estaba casado. Las declaraciones fueron consideradas “difamatorias y ofensivas” por la pareja, quienes procedieron legalmente en defensa de su imagen pública.
Sentencia firme
Después de varios años de litigio, el caso fue resuelto a favor de los actores. El abogado de la pareja, Gustavo Herrera, confirmó que la sentencia ya es definitiva, tras haberse agotado todos los recursos legales por parte de la defensa de Bozzo.
“El tribunal concluyó que hubo un daño moral claro. Las declaraciones afectaron la honra y la vida privada de mis representados. Si la señora Bozzo no paga en un plazo de cinco días, se procederá con el embargo de bienes”, explicó el abogado.
La defensa de Bozzo
En respuesta, Laura Bozzo aseguró que apelará nuevamente y calificó el fallo como un atentado contra la libertad de expresión. Además, declaró en redes sociales:
“Jamás he difamado a nadie, simplemente expresé una opinión. Esta resolución es una injusticia. No tengo los recursos para pagar esa cantidad”.
Bozzo ha señalado que, de proceder el embargo, perdería sus propiedades en México, y aseguró que continuará luchando legalmente para revertir la medida.
Un caso que marca precedente
La resolución ha generado amplio debate entre medios y especialistas en derecho, al tocar temas delicados como el límite entre libertad de expresión y difamación. De concretarse el pago o el embargo, este caso se sumaría a otros ejemplos recientes en los que figuras públicas han logrado reparaciones legales ante ataques en medios de comunicación.
Por ahora, el futuro legal y financiero de Laura Bozzo está en manos de las autoridades judiciales. Mientras tanto, Gabriel Soto e Irina Baeva celebran lo que consideran una victoria por el respeto a su vida personal.
