Mayte B
El Papa Francisco, líder de la Iglesia Católica desde 2013, falleció este lunes a las 7:35 a.m. (hora local) en la residencia de la Casa Santa Marta, en el Vaticano, a los 88 años de edad. La causa oficial de su muerte fue un ictus cerebral fulminante que derivó en coma y colapso cardiovascular irreversible, según informó el doctor Andrea Arcangeli, director de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Nacido como Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, Argentina, en 1936, el Papa Francisco fue el primer pontífice latinoamericano y el primero perteneciente a la Compañía de Jesús. Su elección marcó un punto de inflexión en la historia de la Iglesia Católica. Con un estilo pastoral sencillo y cercano, centró su pontificado en temas como la humildad, la justicia social, la defensa de los pobres y los migrantes, y la lucha contra los abusos dentro de la Iglesia.
Francisco también será recordado por abrir el diálogo en torno a temas como el papel de la mujer en la Iglesia y la inclusión de las personas LGBTQ+. A pesar de resistencias internas, fue una figura que impulsó reformas y buscó acercar a la Iglesia a los desafíos contemporáneos.
El Vaticano ha informado que el funeral se llevará a cabo entre el viernes 25 y el domingo 27 de abril. Antes de ello, el cuerpo será velado en su capilla privada y luego trasladado a la Basílica de San Pedro, donde los fieles podrán rendirle homenaje. En su testamento, fechado en 2022, el Papa expresó su deseo de ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, en una tumba sencilla con la inscripción “Franciscus”.
Líderes religiosos y políticos de todo el mundo han expresado sus condolencias. En Argentina, su país natal, el presidente Javier Milei decretó siete días de duelo nacional. En Chile, el presidente Gabriel Boric hizo lo propio con tres días de duelo. En México, la Basílica de Guadalupe ofreció una misa especial en su honor.
Con su muerte, se activa el protocolo de “sede vacante”, que establece la convocatoria de un cónclave para elegir al próximo pontífice entre 15 y 20 días después del fallecimiento.
El mundo despide a un Papa que buscó tender puentes, escuchar a los más olvidados y transformar una Iglesia milenaria desde sus cimientos. Su legado, profundo y polémico en ocasiones, marcará una era en la historia del catolicismo.
