
Conmovido, sonriente y aún en silla de ruedas, el Papa Francisco recibió este miércoles a los médicos, enfermeros y trabajadores del hospital romano donde estuvo internado 38 días por una doble neumonía que casi le cuesta la vida.
El encuentro se llevó a cabo en un anexo de la sala Pablo VI del Vaticano —donde normalmente se celebran las audiencias generales de los miércoles—, suspendidas desde que fue hospitalizado a finales de febrero. A la reunión acudieron unas 70 personas, quienes lo recibieron con aplausos, sonrisas y evidente emoción.
💬 Un gesto de gratitud antes de la Pascua
La reunión duró unos 20 minutos y ocurrió apenas unos días antes de la Pascua, la festividad más importante del calendario cristiano. Aunque el Papa mantiene una participación limitada por recomendación médica, ha demostrado una mejoría notable, incluso apareciendo en público en varias ocasiones.
Desde su regreso al Vaticano, el pasado 23 de marzo, el pontífice debería mantenerse en reposo absoluto por dos meses. Sin embargo, el Papa rebelde y terco, como muchos lo llaman con cariño, no ha resistido: el Domingo de Ramos se dio un par de baños de pueblo en la Plaza de San Pedro, bendijo niños y estrechó manos como si nada.
✨ En recuperación, pero con fe intacta
El Vaticano informó que la salud del Papa sigue mejorando gracias a la rehabilitación respiratoria y motora, y que poco a poco puede estar más tiempo sin oxígeno. Aunque la doble neumonía fue seria, Francisco ha demostrado una vez más su temple y su fe inquebrantable.
Por ahora, su agenda pública sigue bajo vigilancia, pero el cariño de la gente y su energía espiritual parecen ser el mejor medicamento.